Un coche clásico y un coche viejo, para muchos, suele ser un sinónimo. Ya que, a simple vista, las características de ambos coches podrían ser “iguales”. Sin embargo, no es así. Si te pones a evaluar sus detalles con cuidado, te darás cuenta que sí hay diferencias muy marcadas entre ambas denominaciones (clásico y viejo).
Si este tema invade tu mente y no sabes si tienes en casa un vehículo clásico o viejo ¡Quédate leyendo! Porque en este post, vamos a despejar tus dudas entre coches clásicos y coches viejos.
Historia automotriz: coche clásico vs coche viejo
Antes de saber cómo diferenciar un coche clásico y uno viejo, conozcamos un poco de su historia. Los automóviles, desde hace un algún tiempo atrás superaron la barrera de los 100 años. Durante ese siglo han existido infinidades de marcas, modelos, proyectos, anécdotas y sucesos que han dejado huella.
Considerando que, a nivel comercial, los coches que actualmente se promocionan ocupan el 5% de estos más de 100 años de historia, el otro 95% es propiedad de los coches que denominamos “clásicos”.
Los cuales, más allá de tener cierta edad, ocupan un lugar importante entre los amantes de los motores. Pues son autos valiosos, especiales y, en muchos casos, con un valor sentimental incalculable. Sin dejar de mencionar, su revalorización.
Coche clásico vs. Coche viejo
Ahora sí, pasemos a conocer las diferencias puntuales entre estas dos denominaciones de vehículos:
Edad – año de fabricación
Diferenciar un coche clásico de uno viejo es imprescindible al momento de formalizar los asuntos importantes de tu vehículo. La edad o año de fabricación, por ejemplo, supone el principal condicionante para que a un coche se le designe la denominación “viejo o clásico”. Siendo esta, su principal diferencia.
Y es que, un coche es considerado viejo hasta que cumple 25 años de fabricación. Esto, sin importar el estado de conservación en el que esté y su valor económico en el mercado. Por su parte, los coches clásicos deben contar con más de 30 años de existencia para asumir la distinción “clásico”, además de otras características.
Modificaciones
Las modificaciones son otro punto de relevancia a considerar al momento de distinguir un coche clásico de uno viejo. Pues para que un vehículo pueda considerarse clásico, el propietario debe conservarlo como recién salido de fábrica. Es decir, no tiene que haber sufrido ningún cambio mecánico o estético.
En el caso de los vehículos viejos, no es así. Estos sí pueden presentar tantas reformas como el propietario lo desee.
Características especiales
A diferencia de un coche viejo, que no tiene que contar con atributos especiales, propios de autos de colección, los coches clásicos sí. Es decir, un auto clásico tiene que contar con alguna característica especial que lo haga destacar como un vehículo coleccionable.
Por ejemplo, conservarse en perfecto estado o ser un modelo exclusivo producido de forma limitada en su época. Además de contar con innovaciones significativas de acuerdo a su época, o ser el modelo precursor para posteriores versiones.
Seguro automotriz
Todos los coches clásicos, viejos o nuevos tienen la obligación de contar con un seguro automotriz. Esto, con la finalidad de poder circular sobre la carretera de acuerdo a los riesgos que supone cada tipo de coche.
En el caso de un coche clásico, los requisitos que solicitan las aseguradoras son variados. Por ejemplo: tener más de 20 años de antigüedad; no ser un vehículo de uso frecuente o diario; haber recorrido menos de 5.000 km al año, entre otros. Cabe destacar que, estas exigencias pueden variar dependiendo de la aseguradora.
Respecto al seguro de un coche viejo, cuando supera la década de vida, ya se puede designar de esta forma. Si bien con el paso del tiempo podría ir perdiendo valor y, por ende, se puede optar a un seguro más económico, la póliza no es barata. Por el simple hecho de que un auto viejo representa mayor riesgo sobre la carretera.
Matriculación
Un coche clásico puede optar a una matriculación especial para que pueda circular por las calles siendo reconocido como tal. Mientas que, un coche viejo no puede optar a tal distinción, hasta no cumplir con los requerimientos que lo denominen clásico.
Eso sí, contar con una matriculación especial tiene un valor económico y trámites administrativos detrás. Aunque bien podría valer la pena, ¿no?
Hecho o suceso histórico
Otra característica de los coches clásicos, como lo mencionamos anteriormente, es que hayan estado vinculado a hechos o sucesos históricos que le hagan merecedores de tal acreditación. Por ejemplo, ser considerados de interés cultural; haber pertenecido a una personalidad reconocida; o ser participantes en un hecho de alcance histórico.
Los coches clásicos y coches viejos son vehículos considerados, por los amantes del mundo automotor, unas reliquias para guardarse en un garaje como colección por el resto de sus vidas. O porque no, rodar por las calles.
